El tráfico rodado y aéreo, los vecinos ruidosos, los electrodomésticos, los teléfonos que suenan y pitan, las sirenas de la policía y de las ambulancias, el uso intensivo de auriculares, etc. Nuestro entorno acústico supera muy a menudo los límites establecidos por la Organización Mundial de la Salud. Cada año en Europa, alrededor de 10.000 muertes prematuras están relacionadas con la contaminación acústica. Esta contaminación acústica provoca un estrés crónico en nuestro cuerpo y también afecta al buen funcionamiento de nuestro cerebro.
En el mundo del trabajo existe el mismo problema. Para una jornada de trabajo (8 horas), se considera que la audición está en riesgo a partir de 80 dB(A). Si el nivel de ruido es más elevado, la exposición debe ser más breve. Si el nivel es extremadamente alto (más de 135 dB(A), cualquier exposición, incluso durante un tiempo muy corto, es peligrosa. Y los efectos sobre la salud pueden ser múltiples:
- Fatiga auditiva: las personas pueden experimentar temporalmente pitidos o zumbidos en los oídos (tinnitus) y una disminución de la audición.
- Sordera: la exposición prolongada a niveles intensos de ruido destruye gradualmente las células ciliadas del oído interno. Esto conduce gradualmente a una sordera irreversible.
- Aumento del riesgo de accidentes laborales: el ruido también puede tener efectos adversos en otras funciones además de la audición. Los efectos no traumáticos del ruido se producen a nivel fisiológico y emocional.
- Problemas cardiovasculares: los trastornos cardiovasculares, especialmente la hipertensión, son más frecuentes en los trabajadores expuestos al ruido.
- Trastornos del sueño: la exposición al ruido en el trabajo tiene un impacto negativo en la calidad del sueño.
- Estrés: el ruido también puede ser un factor de estrés en el trabajo, ya que es crónico, imprevisible e incontrolable.
- Disminución del rendimiento cognitivo: El ruido perjudica el rendimiento de los trabajadores en las tareas cognitivas, especialmente las que implican memoria a corto plazo.
Entonces, ¿cómo podemos evitar que los peligros relacionados con el ruido tengan un impacto negativo en nuestra salud? Existen varios medios preventivos para evitar la exposición al ruido excesivo, como el establecimiento de un programa preventivo, la adquisición de equipos de trabajo que generen bajos niveles de ruido, la limitación de los tiempos de exposición, y el uso de equipos de protección individual que cumplan la norma UNE EN 352-1 y 352-2.
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