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Prevención de accidentes en entornos ATEX: Herramientas antichispa

Entornos ATEX: Herramientas antichispa

Las atmósferas explosivas (ATEX) son una mezcla de una sustancia inflamable (gas, vapor, niebla o polvo) con el aire que puede explotar después de una ignición. Esta mezcla se produce cuando la sustancia inflamable y el aire alcanzan una concentración adecuada. Los líquidos también pueden ser una fuente de peligro si generan vapores inflamables que, cuando se mezclan con el aire, pueden formar una atmósfera explosiva.

Los accidentes laborales son un problema común en muchas industrias y están relacionados con las herramientas utilizadas. Sin embargo, muchas empresas y trabajadores todavía no saben cómo trabajar de manera segura en entornos peligrosos. Por lo tanto, es importante abordar el riesgo de las atmósferas explosivas y aprender a desempeñarse de manera segura en estos entornos.

Cómo abordar las atmósferas explosivas

En zonas ATEX, es crucial tomar medidas de seguridad para evitar accidentes laborales relacionados con la presencia de atmósferas explosivas. La Directiva 1999/92/EC sobre ATEX indica que se deben evitar o reducir las fuentes de ignición en estos entornos, y si no es posible, tomar medidas para mitigar los efectos en caso de una deflagración. Por ello es necesario:

  • Identificación de áreas peligrosas: Es importante identificar las áreas en las que existe un riesgo de atmósfera explosiva y evaluar la probabilidad de que se produzca una explosión.
  • Control de las fuentes de ignición: Es necesario controlar todas las fuentes de ignición, como chispas, calor y fricción, para prevenir la ignición de una atmósfera explosiva.
  • Selección de equipos seguros: Se debe utilizar equipo aprobado y seguro para trabajar en entornos peligrosos, incluyendo herramientas eléctricas y electrónicas.
  • Capacitación y concientización: Es importante que los trabajadores reciban capacitación y se sensibilicen sobre los riesgos de las atmósferas explosivas y cómo trabajar de manera segura en estos entornos.
  • Planificación y preparación: Es necesario planificar y prepararse adecuadamente antes de realizar cualquier trabajo en un entorno peligroso.

Herramientas seguras según las zonas ATEX

La Directiva 1999/92/EC considera que la herramienta en zonas ATEX puede ser una fuente de ignición, especialmente la de acero. Debido a esto, en algunas zonas se limita o prohíbe el uso de herramientas que puedan generar chispas:

  • En las zonas 0 y 20 (gas y polvo, respectivamente), se prohíbe el uso de cualquier herramienta que pueda generar chispas.
  • En las zonas 1 y 2 (gas), se permite el uso de herramientas de acero tipo A, que no generan chispas en su uso habitual, y de tipo B, siempre y cuando se pueda garantizar que no existe ninguna atmósfera explosiva. Sin embargo, con gas del Grupo IIC, hidrogeno sulfuro, óxido de etileno o monóxido de carbono, no se permite ninguna herramienta de acero.
  • En las zonas 21 y 22 (polvo), se permiten herramientas de acero tipo A y se permiten las de tipo B siempre y cuando exista un apantallamiento entre el lugar de trabajo y la atmósfera explosiva. Además, es necesario mantener el lugar de trabajo lo suficientemente húmedo para evitar que los depósitos de polvo se levanten y asegurar la seguridad.

Herramientas antichispa: la seguridad en atmósferas explosivas

Las herramientas antichispa son aquellas que producen chispas de baja energía que no alcanzan el punto de ignición de sustancias peligrosas en el ambiente. Estas herramientas se clasifican como antichispa cuando la temperatura de las chispas generadas está por debajo del límite de ignición, lo que las hace seguras para su uso en atmósferas explosivas.

Las herramientas antichispa se dividen en dos categorías: cobre-berilio (Cu-Be) y aluminio-bronce (Al-Bron). Entre estas dos aleaciones antichispa, la aleación de cobre-berilio es la más rentable a largo plazo ya que es más cara pero tiene mejores propiedades mecánicas y de seguridad. Además, su dureza de 40HRC y vida útil 40% superior a la de Al-Bron la convierten en la opción más apropiada.

La resistencia de la aleación antichispa de cobre-berilio es un 50% mayor que la de aluminio-bronce, lo que significa que puede soportar un 50% más de esfuerzo. Sin embargo, la aleación de aluminio-bronce es más blanda y requiere un 3% de hierro, lo que la hace ligeramente magnética y genera chispas con más energía que la aleación Cu-Be. Por esta razón, la aleación de aluminio-bronce es más recomendable en atmósferas explosivas tipo IIC.